A la hora de comprar un equipo de Audio y/o Video todos tenemos en cuenta las prestaciones de aquello que queremos adquirir, y por ello exigimos unas características determinadas (potencia, impedancia, resolución de pantalla…). No obstante, todas estas prestaciones (en muchos casos asumidas por un patrón de “moda comercial”) no siempre son útiles si no disponemos de un buen cableado. Con esto no sugerimos que uno deba necesariamente gastarse una “fortuna” en cables, sino de cuidar esta parte lo suficiente como para sacar el máximo partido a los equipos.


Características de un buen cableado

Hay que partir de la base de que prácticamente la totalidad de las señales pasan por un cable en algún momento. Por mucha que sea la calidad de reproducción de los equipos, son los cables los que tienen la capacidad de alterar la señal, ya sea aportando ruido o distorsión o simplemente “coloreando” sus características. Este factor de alteración se hace más evidente si hablamos de cableados de tiradas largas. Utilizando un símil automovilístico, el cable es a un equipo lo que las llantas a un carro, podemos tener el mejor vehículo, pero las llantas son malas.

Aunque podríamos entablar una eterna discusión sobre lo que debe aportar un cable, básicamente se trabaja en la búsqueda de transparencia. Es decir, que ya transporte una señal analógica, como los RCA o digital, como los USB u ópticos  o  sea capaz de ser “invisible” dando potestad a los aparatos a aportar sus mejores prestaciones.

Para lograr esta transparencia se tienen en cuenta varios y diversos factores:

  • Composición del cable

Existen cables de diversos materiales (aluminio, cobre, plata, fibra, etc)  cada material, así como su geometría determinarán la cantidad y calidad de la información que se transmite.

  • Composición de los conectores

Además, habrá que tener en cuenta la composición de los conectores así como la calidad de sus soldaduras, ya que estos serán las “puertas finales” de la transmisión de datos.

  • Apantallamiento

Suele basarse en un trenzado o malla de metal (u otro material) que rodea algunos tipos de cable, así como en su protección externa a la intemperie. Protege los datos transmitidos absorbiendo las señales electrónicas espúreas, llamadas ruido, de forma que no pasan por el cable y no distorsionan los datos.

Cables HDMI: ¿Es importante el cable en la señal digital?

Se ha debatido mucho sobre la importancia de los factores anteriormente mencionados en lo referente a la señal digital: ¿Cómo pueden afectar los factores físicos a una secuencia de bits si son simples unos y ceros? Sí afecta.
Para explicarlo de forma gráfica: la señal digital es una onda cuadrada y cuando un cable tiene pérdidas, abandona su cuadratura, generando datos erróneos e irrecuperables. Además, hay que tener en cuenta su ancho de banda (el cual determina la cantidad de datos que puede transmitir un cable). Así por ejemplo, los Cables HDMI 1.3 incrementan su ancho de banda a 340 MHZ siendo capaces de transmitir hasta 10,2 Gbytes por segundo, además de soportar nuevos formatos (Dolby TrueHD y DTS-HD) utilizados en los nuevos reproductores Blue-Ray. Estas pérdidas de información afectan básicamente a aspectos como la intensidad de colores, contraste, brillo y nitidez de la imagen, así como la calidad de audio.  Es por ello que si nos disponemos a comprar una buena pantalla Plasma o LCD, no está de mal hacerse con un cable a la altura de las circunstancias, ya que por unos pocos euros más seremos capaces de disfrutar de mejores características de nuestra pantalla. ¿Para qué queremos comprar un televisor FULL HD si luego lo vamos a conectar con un cable HDMI “barato” incapaz de aportar calidad de datos en altas resoluciones?

Cables de Audio: Mejore su equipo de sonido

Es fundamental que las conexiones de audio, al igual que las de vídeo, sean sólidas y robustas, dado que las señales de audio son por sí mismas débiles (del orden de mW) y poco inmunes al ruido e interferencias. Los cables que vienen de regalo en muchos aparatos debido a sus soldaduras frías, poco blindaje y debilidad de sus conectores pueden mermar mucho la calidad de la conexión. Eso no quiere decir que haya que obsesionarse con este tema y dedicarle al cableado un presupuesto superior al necesario, pero sí, al menos, sustituir los cables de regalo por otros de una mejor relación calidad/precio más robustos y fiables.

Los cables deben usar conductores del tipo OFC (cobre libre de oxígeno) para asegurarse de que hay unas pérdidas mínimas, y conectores de calidad para asegurarse que hay un contacto óptimo. También es importante el blindaje a campos magnéticos y de radiofrecuencia.  Los cables de gama más alta tienen los conductores compuestos de hilos de diferentes diámetros (diámetros más pequeños para optimizar la transmisión de altas frecuencias y más anchos para bajas), hilos de compensación temporal para evitar el filtrado en alta frecuencia, así como blindaje consistente tanto en malla como en trenzado o transposición de los conductores, Todo ello con el objetivo de transmitir la señal en su estado puro.

Cables de Red, la corriente también importa

Pues sí, una fuente de corriente “limpia” mejora la calidad de sus equipos.  Como el mundo no es perfecto, la corriente que llega a través de nuestros enchufes tampoco lo es: porque además de permitirnos poner en marcha nuestros aparatos la corriente lleva consigo una gran cantidad de ruido parásito que afecta directamente a los aparatos. Este dichoso ruido proviene de trasmisores de radio, motores eléctricos (lavadoras, etc), luces fluorescentes, lámparas con regulador, cargadores de móviles, los cuales se acumulan y afectan a nuestros equipos de audio y video.

Tal es así que si hemos hecho una inversión en un buen equipo de audio o video, no estaría de más disponer de unos cables de red o corriente y unas regletas de una mejor calidad, ya que mejorarán el rendimiento de nuestros equipos a la vez que alargarán su vida útil preservándolos de averías no deseadas.  Un buen cable de red tan sólo dejará pasar la corriente alterna a 50-60 Hz, y por lo tanto cerrará el paso al resto de frecuencias evitando así ruido innecesario. A los más escépticos, los invito a probarlo, ¡puede llegar a darte la sensación de que has cambiado todo tu equipo por uno de mayor rango!

En definitiva, a la hora de adquirir nuestros equipos de imagen y sonido si tenemos en cuenta una pequeña inversión en el cableado invertimos en productos que superarán la longevidad del propio equipo, mejoraremos su calidad y aprovecharemos al máximo sus prestaciones.